Su nombre en náhuatl significa “Cerro de abejorros”. Se cree que estuvo habitado en la época prehispánica por grupos totonacas y posteriormente por nahuas.
Los españoles fundaron ahí una población en 1570 que sirvió como enlace de las rutas comerciales entre la costa del Golfo y el Altiplano.
Su clima húmedo favorece la existencia de una exuberante vegetación y en sus alrededores hay un buen número de cafetales.
La ciudad es sencilla, con una bella plaza con su templo en un costado y edificios públicos.
En las cercanías hay también hermosos parajes y un lugar llamado La Xochipila, donde se encuentran las ruinas de un centro ceremonial prehispánico y donde cada 24 de junio se celebran fiestas y danzas en honor de San Juan Bautista, aunque el festejo presenta tintes prehispánicos.
En su paseo por la ciudad no olvide visitar los talleres de artesanías.
Ubicación: A 205 km de la ciudad de Puebla por la carretera núm. 119 a Huauchinango.