Los museos son, precisamente, los espacios de conservación, rescate y exhibición del patrimonio cultural y natural que permiten obtener ese conocimiento a través del asombro y del disfrute de un discurso objetual que deja a los visitantes el margen necesario a su imaginación y a su sensibilidad para llenar las partes vacías de su entendimiento.
La población de Sonora tuvo una fuerte explosión demográfica al finalizar el siglo pasado, lo que provocó varios cambios sociales y culturales, y de ahí surgió el deseo de recuperar los procesos históricos. Así, en los años ochenta se abrieron al público la mayoría de los museos más destacados, tales como el de la Lucha Obrera “Cananea 1906”, el de Sonora, del Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Centro Ecológico, que sigue las huellas del museo Regional de la Universidad de Sonora inaugurado en 1957.
En el museo del INAH encontramos una secuencia temporal que abarca desde el poblamiento de América, pasa por los grupos paleoíndios que habitaron el área hacia el año 11,000 antes de nuestra era y el testimonio de cinco de las tradiciones arqueológicas más importantes del estado, presenta el modelo del dominio colonial a través de las misiones y los presidios; explica varios de los procesos históricos del México Independiente, y concluye con la resistencia indígena y el Sonoracontemporáneo.
El Centro Ecológico conserva el patrimonio natural del estado mediante una colección de especies vivas. El de la Burbuja es un museo de ciencia interactivo donde los niños descubren interesantísimos aspectos de la ciencia a través de la propia experimentación.
En resumen, la diversidad cultural y natural de Sonora se refleja de igual manera en la variedad de los espacios museísticos, que son como la punta del lápiz con que el visitante trazará un primer esbozo de su entendimiento.