Morelia y sus dulces, Morelia y su catedral de cantera rosada, Morelia y sus tradiciones purépechas. No hay forma de no quererla, de no sentir fascinación por sus calles de piedra, todas llenas con los recuerdos de las antiguas conspiraciones insurgentes. Pero nada es capaz de enamorar tanto el alma como la gastronomía michoacana. Quizá el mejor lugar para vivirla está en los mercados, como el viejo Mercado Revolución, conocido como Mercado San Juan.
Entrar en él es acceder a un mundo de piñatas flotando encima de frutas, básculas y mujeres que esperan el peso y el precio de sus compras con sus canastas de palma en la mano. Es verlas andar entre el cilantro, los chiles, la jicama y el piloncillo; observar el momento en que levantan varitas de canela para olerlas, perfumando sin quererlo el aire a su alrededor; es descubrir la forma en que escogen las hojas de milpa y carrizo con las que habrán de envolver más tarde las corundas que se disponen a preparar.
No se les puede seguir a casa a esas mujeres, ni continuar el viaje que los ingredientes hacen a su lado desde el mercado hasta la cocina. Lo que sí es posible es acercarse al puesto Corundas Lupita y probar los famosos tamales triangulados. Las corundas son antiguas, ya en la Colonia, un cronista las llamó “panecillos de palacio”, porque al parecer formaban parte de los banquetes precedidos por el caltzonzin o líder de los purépechas. Servidas con crema, queso y salsa de jitomate, siguen siendo un platillo de reyes.
También en el maercado, se encuentran otros de los tradicionales tamales michoacanos, los uchepos. Se hacen con elote tierno, dulces o salados, y no existe un tamal de elote que se le compare. Si se les incorpora crema y queso el sabor cambia, adquiere contrastes que sorprenden y emocionan.
IMPERDIBLE:
También es posible encontrar en el mercado pozole, ya sea blanco o rojo, preparado con maíz cacahuazintle y carne de cerdo o pollo. Además hay gorditas rellenas de distintos guisos, y un puesto de quesos justo al centro que bien vale un momento de atención.
UBICACIÓN:
Está en el centro, entre la Avenida Revolución y Plan de Ayala, pero como no está tan cerca del primer cuadro, lo mejor es tomar un taxi para llegar. Está abierto desde las 10:00 y la mayoría de los puestos cierra antes de las 15:00 horas.