Algo existe en las ciudades donde la bruma se acumula, es como si al amanecer en ellas pudiera intuirse la proximidad de un acontecimiento mágico cualquiera. Xalapa, por ejemplo, ese rincón veracruzano de callejones empedrados simepre subiendo y bajando. Suya no sólo es la niebla, también el café, las araucarias y parques, y esos populares espacios donde la vida se celebra comeindo. Ahí está el Mercado Adolfo Ruiz Cortines, conocido como La Rotonda. En él se encuentra la terminal donde salen y donde aparecen autobuses venidos de los pueblos cercanos, así que está siempre lleno con la gente que sabe cómo es el paisaje en los alrededores. Llegan en busca de las gordas y las empanadas gigantes. Solas y cubiertas de salsa; o rellenas con queso, chorizo, frijol, chicharrón, pollo o pierna, no importa. El sabor elegido es una fiesta acercándose a los labios.
Solo que el mercado nunca se agota. Todo en él se expande y prolifera: los objetos de barro, de madera, los jugos y las verdulerías, también los quesos. No falta el pozole, ya sea rojo o verde, y el mole. Con él hacen enmoladas, como las de Xico. Adentro llevan pollo, y por fuera, además de mole, les ponen queso fresco, cebolla y ajonjolí. Donde quiera que se pregunte hay chiles rellenos, sobre todo entre las señoras que venden tortillas. Atiborran los chiles de pollo y queso, los capean, los agrandan con el sabor de la longaniza y el chorizo provenientes de Naolinco. A veces los plátanos corren la suerte de los chiles y acaban también con el mismo relleno.
Suenan los altavoces, las maletas recorren el piso apresuradas, pero la gente que tiene un plato en la mano sabe que no hay prisa que valga cuando se trata de contentar el estómago.
IMPERDIBLE:
El chileatole de panza o pollo (un caldo humeante que lleva pedacitos de elote y se espesa con masa) y la salsa de chicharrón. También hay que fijarse en los chiles cera en vinagre y los chipotles dulces, los dos picantes que en Xalapa se acostumbran para acompañar cualquier guiso.
UBICACIÓN:
En la calle Revolución, pero también se puede entrar por las calles Altamirano y Lucio. Abierto desde las 7:00 hasta las 20:00 horas.