El juego de pelota, presente en distintas regiones de Mesoamérica se ha entendido como parte de un ritual en el que guerreros o gobernantes de alto rango eran los que podían tener acceso a ese espacio de batalla cósmica, donde lo que estaba en juego era la vida misma de quienes lo practicaban.
En general el ritual efectuado en los juegos de pelota haya funcionado como medio para legitimar el poder, donde “perder” la vida significará haber “ganado” el estar junto a los dioses, lo cual haría que un linaje determinado fuera validado para gobernar.
Aunque el juego de pelota tiene una connotación lúdica, no está asociado a un espacio recreativo donde hubiera que “anotar”, ya que la cancha era un espacio ritual donde lo divino y lo sagrado estaban de por medio.
El origen del juego de pelota, se han encontrado evidencias a partir de 1000 a.C. En el área de Mesoamérica se han localizado figurillas de jugadores con guantes, rodilleras y otros atributos relacionados con el juego de pelota. En Veracruz se encontraron tres pelotas de caucho en El Manatí. Respecto a la arquitectura, los primeros juegos de pelota consistían en áreas abiertas en forma rectangular, los más antiguos se han localizado en Chiapas y corresponden a 700 a 500 a.C.
En Oaxaca se han encontrado más de 40 canchas para el juego de pelota. La evidencia más temprana se encontró en Dainzú, localizado en el valle de Tlacolula, de la fase Monte Albán II, entre 100 a.C. y 200 d.C., una antigüedad de más de 2,000 años.
Monte Albán posee seis juegos de pelota, dos asociados a la Plaza Principal y la Tumba 105, uno en el Cerro de El Gallo y los tres restantes en Atzompa, de los cuales sólo dos se han explorado.
El Juego de Pelota I se localiza en el área nuclear y en el eje principal deAtzompa, y el Juego de Pelota III forma parte de la gran unidad que es la Casa de Oriente. El Juego de Pelota II forma parte de la unidad residencial de mayor rango de Atzompa, la Casa de los Altares.
Los juegos de pelota de Atzompa se caracterizan por su fina arquitectura. Los muros de bloques de piedra careada, recortados con gran precisión y talla impecable, son ejemplo de una habilidad constructiva excepcional, las lajas colocadas escalonadamente de manera perfecta estaban recubiertas con estuco para crear un paramento inclinado, que constituye los cuerpos laterales del juego de pelota. La piedra fue extraída de las canteras de roca arenisca sedemintaria que se localizan en el área nuclear del sitio, cerca de las construcciones. Se puede decir que los juegos de pelota tuvieron una planeación previa debido a que los constructores contaban con la experiencia de lo que se hizo en Monte Albán.
EL JUEGO DE PELOTA I
Este juego de pelota posee una ubicación estratégica, pues se encuentra en el acceso natural a las plazas de los niveles superiores. Se localiza en la terraza intermedia entre la Casa de Oriente y la Casa de los Altares, unidades palaciegas de gran importancia.
El Juego de Pelota I estaría asociado al inframundo y ligado a una escalera que lleva al nivel intermedio del conjunto monumental, que en la cosmovisión sería el nivel del hombre, es decir la Tierra. La escalera que conduce de la Plaza C a la Plaza Principal constituye un trayecto que puede interpretarse omo el paso ritual del inframundo al cosmos, del Juego de Pelota I a la Plaza Principal, que se encuentra 16 metros más alta que él.
Es el juego de pelota más grande y de mayor profundidad de Atzompa y se encuentra relacionado con la unidad habitacional 3, ubicada al sur. Tiene una orientación de norte a sur y una longitud de 44 metros. Se compone de cinco partes: dos cabezales con nichos, como en el Juego de Pelota de Monte Albán, dos paramentos con sus respectivas banquetas y el área de la “cancha”, que vista desde arriba asemeja una I. Los cabezales dispuestos hacia los extremos de la cancha tienen más de 20 metros de largo en dirección este-oeste. En ambos cabezales se encuentran las escaleras que dan acceso a la cancha.
En el muro del cabezal norte se puede ver un afloramiento de roca madre que en su momento fuera parte de un área de explotación de piedra. Al construirse la cancha quedó integrado al relleno del muro del cabezal. En ese sector también se encuentra una gran roca de la que se estaban desprendiendo lajas, lo que hace suponer que este edificio se encontraba en un proceso de mantenimiento cuando ocurrió el abandono de Atzompa.
EL JUEGO DE PELOTA II
Este juego de pelota tiene casi las mismas dimensiones que el Juego de Pelota III, aproximadamente 30 metros de largo, con una orientación este-oeste. Se encuentra asociado a la Casa de los Altares, compuesta por una unidad principal y varias unidades secundarias al norte, así como el recién descubierto montículo funerario que otorga a esta plataforma un realce que lo distingue de las demás unidades del conjunto. Este juego de pelota tiene la característica forma de I y los elementos arquitectónicos usuales: los dos paramentos, los dos cabezales y el área de la cancha.
EL JUEGO DE PELOTA III
Está ubicado al suroeste de la Casa de Oriente, en el acceso hacia el área nuclear, tiene una longitud de 30 metros y una orientación norte-sur. La fachada norte posee una rica ornamentación arquitectónica, la cual consiste en una escalinata central recubierta con estuco, enmarcada por alfardas, y varios elementos arquitectónicos, como cornisas, talud escalonado, muros rectos y esquinas remetidas. Esta fachada llama la atención porque no es una escalinata que dé acceso a la “cancha”, sólo lleva a una plataforma que pudo haber sido usada para ver hacia el interior del juego de pelota. Al igual que el Juego de Pelota I, éste cuenta con los mismos elementos, paramentos laterales con el talud escalonado típico de las construcciones zapotecas, los cabezales cerrando la cancha, el área de la cancha y sus escalinatas en los cabezales, la cuales se elaboraron con tierra y estuco. Al interior de la cancha, en el cabezal norte, se localizó un marcador de piedra de forma circular con relieves, entre los que destacan una representación asociada al Sol y una cabeza-trofeo.
LOS JUGADORES DE PELOTA
Durante las excavaciones realizadas se han descubierto fragmentos de figuras humanas, las cuales poseen atributos característicos de jugadores de pelota, entre ellos: tocados asimétricos, una o dos orejeras, collares amplios. En algunas figurillas se ve una especie de protección por debajo del collar, un faldellín plisado u ondulado y sobre éste, a la altura de la cintura, un amplio yugo que puede ser liso o con decoraciones; debajo del yugo algunas muestran un cinturón con decoraciones en forma de gotas o una cabeza-trofeo, en la mano izquierda portan una especie de careta, parte del casco protector relacionado con el juego de pelota.
La careta es un indicador de otra modalidad del juego de pelota, se trata una batalla ritual, cuyos antecedentes se encuentran en los relieves de Dainzú, donde se representa a los personajes con un atuendo de protección y un casco con rejilla que protege la cabeza. En Monte Albán se localizó una pequeña lápida, de 40 cm de altura, en la cual se representa un casco con una rejilla, los llamados danzantes pudieron haber sido combatientes vencidos en esas batallas rituales. En Cerro de la Campana, que se ubica a unos 30 kilómetros al norte de Monte Albán, se encontró la representación de un casco con rejilla, del Clásico Tardío. Algunos cascos mostraban atributos particulares, los cuales probablemente identificaban a los bandos a subgrupos de combatientes. Los enfrentamientos eran también la manera de expresar simbólicamente los antagonismos de naturaleza cósmica, como los cambios de las estaciones.
Después de revisar los juegos de pelota en Atzompa, se han encontrado patrones regulares en los tres que existen, en cuanto a las características principales, están relacionados con las tres unidades habitacionales más importantes. Concentrados al interior del área nuclear, fueron ubicados en desniveles naturales, así que en la mitad de la estructura fue aprovechada la pendiente del terreno y para el resto se empleó en la construcción de muros, los cuales brindan la característica forma rectangular. El juego de pelota erael medio que permitía la unión divina de los “ganadores” de ese poder y los dioses que avalaban a las elites para dirigir a su población.