Comala es conocido como el “Pueblo Blanco de América”, y esto se debe a sus tradicionales techos de teja colorada y sus altas fachadas de color blanco que resplandecen y dan brillo a este sitio que guarda una gran mística por tener el nombre que Rulfo escogió como escenario de su conocida novela Pedro Páramo. “Lugar donde hacen comales” es el significado de su nombre y es paso obligado para quienes visitan el Volcán de Fuego o la ciudad de Colima.
En la Hacienda de San Antonio, ubicada a 22 km de Comala, rumbo al Volcán de Fuego, la comida es preparada con productos orgánicos emanados de sus tierra y crianzas. Este lugar, importante productor de café a finales del siglo XIX y principios del XX, aún tiene una producción considerable, pero hoy es uno de los más exclusivos sitios para el descanso en todo el continente. La vista hacia el volcán es formidable y está rodeada de una exuberante vegetación que invita a pasar varios días en sus instalaciones.
Esta Comala alegre y pintoresca nada tiene que ver con el abandonado y derruido caserío de la novela del escritor, y es que de aquí sólo tomó el nombre. Sin embargo, la presencia de Juan Rulfo se siente y un paseo por el Jardín Central lo confirma, pues lo podrá encontrar sentado en una de las bancas. Se trata de una escultura de tamaño natural que inmortaliza al novelista, quien fuera un continuo visitante de esta localidad cuando su tío era el cura del templo.
Frente a esta plaza se ubica la Parroquia de San Miguel Arcángel del Espíritu Santo, y en uno de los portales de los lados están los restaurantes botaneros, símbolos de Comala, donde es toda una tradición venir a desayunar o a comer. Al centro del jardín un bello quiosco alemán embellece el zócalo.
Paseando por las calles de Comala uno se da cuenta de que son justamente el principal atractivo del pueblo, pues tienen una esencia particular con sus casonas muy cuidadas, transmitiendo un sereno aire de tranquilidad provincial. Al entrar a las tiendas uno conoce los productos regionales como el ponche, una espirituosa bebida que puede ser de granada, nuez, zarzamora u otros sabores; y el café, producto históricamente asociado a las fértiles tierras de la zona.
A tan sólo 2 km de la población se encuentra Nogueras, una pequeña villa que fue hacienda azucarera. Ahí se puede visitar el Museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo. El recinto resguarda una substancial compilación de la obra de este pintor, diseñador, ilustrador y escenógrafo colimense que logró fama mundial por sus pinturas que la UNICEF convirtiera en postales navideñas de distribución mundial. El museo también alberga una importante selección de cerámica prehispánica.
Rangel Hidalgo no sólo destacó en la parte gráfica; también fue el creador de todo un concepto de diseño de muebles y herrería que están presentes en el imaginario colimense. De hecho, las farolas y rejas de Nogueras, y los faroles y la señalización en las calles de Comala tienen todo su estilo, un detalle que sin duda hay que apreciar.
Una de las bebidas tradicionales de Colima es la tuba, un verdadero elixir que se extrae a goteo después de hacer algunos cortes en los racimos del coco, antes de que abra la flor, a la que se le puede agregar cacahuate, manzana y pepino en trozos.
Se puede comer en los tradicionales restaurantes botaneros, y uno de los más antiguos es Don Comalón, aquí se puede disfrutar de tacos de birria, barbacoa, tacos dorados y enchiladas, mientras se disfruta de la música de mariachis.
A 15 minutos de Comala y con dirección hacia el volcán se encuentra el poblado de Suchitlán. Este pueblo cuenta con una gran variedad de artesanías, como máscaras y cestería. En este poblado es recomendable visitar el restaurante Los Portales de Suchitlán, ya que preparan un delicioso conejo tatemado que no puede dejar de saborear. Adelante deSuchitlán hay varias opciones para visitar, como la Laguna Carrizalillos, que es un parque donde se puede ir con la familia o los amigos; a la orilla de la laguna se rentan lanchas, y también hay mesas y asadores para preparar los alimentos. En Laguna La María, delante de la Hacienda San Antonio, es otra agradable opción donde, además del lago, se puede acampar o rentar una cabaña en una parte cercana a la laguna.
Si usted pasa por Colima, no deje de visitar el restaurante Las Brasas, que es famoso por sus cortes de carne.
Imperdible:
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Ver las artesanías de Suchitlán, como los muebles de otate, las máscaras de madera decoradas con brillantes colores y la cestería.
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Degustar el pan, el ponche y el café de Comala.
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Visitar Nogueras y conocer el Museo Alejandro Rangel.
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Caminar por las calles de Comala, observando sus casas blancas de altas fachadas y los techos de teja que tienen un sabor muy especial.
Cómo Llegar:
Desde Colima tomar la carretera estatal 16.
Festividades:
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La Feria del Ponche, Pan y Café durante la Semana Santa y de Pascua. Muestra cultural y comercial con los productos típicos de la región.
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Las Fiestas charro-taurinas dedicadas a la Virgen de Guadalupe, del 1 al 12 de diciembre.
Información Turística:
Palacio Municipal de Comala.
Leona Vicario 1, Centro, Comala.
Teléfono: (312) 315 5010.