Es un pequeño poblado ubicado en la región norte del estado de Sonora, en la antigua región de la Primería Alta. El Padre Kino la recorrió para difundir su pensamiento e ideología, dejando detrás monumentos, costumbres y una rica gastronomía que en conjunto forman un estilo de vida muy tranquilo. De ahí que el ambiente de este pueblo sea literalmente mágico. Caminar sus calles es recorrer el tiempo y vivir la armonía y la brisa fresca de un desierto que parece atemporal.
Sonora es el segundo estado con mayor tamaño en la nación, así que recorrerlo por carretera es la mejor forma de conocer su atmósfera desértica.
Para comer es recomendable visitar el restaurante El Toro Steak House, se trata de un muy original complejo hotelero, en su mayoría construido de piedra, fresco en los días calurosos y muy acogedor durante las cenas. Tiene una enorme colección de antigüedades que son parte de la decoración, y su alberca se lleva en la memoria durante todo el día. Aquí el estómago se calma con buenos cortes de carne, tortillas de harina y vino.
El Palacio Municipal es un edificio del siglo XX construido por judíos sefarditas, algunos de sus símbolos pueden observarse en ventanas y escalinatas. Posee varios coloridos murales y es el mejor lugar para pedir información en cuanto a los atractivos de temporada.
Siguiendo la Ruta del Corredor Histórico Cultural se llega a el Colegio Coronel Juan Fenochio (Profesor Arellano, entre Obregón y 5 de Mayo), que una vez construido en 1906 se convirtió en la Escuela de Varones. En este espacio se firmó la Constitución Política del estado de Sonora en 1917. Justo frente a la acera de la escuela se encuentra el segundo punto de la ruta, La Casa del Ministro de Guerra, que destaca de las construcciones del poblado por tener una arquitectura con aires góticos. El edificio es famoso porque se dice que ahí se aparece su antiguo propietario, el general Carlos Plank, es curioso pensar que el caso ha sido documentado y hasta tiene antecedentes jurídicos. Para los amantes de las historias de terror este puede ser el mejor punto.
En el mismo cuadrante hay otro edificio, La Tienda de Descuento, propiedad de Eustaquio Torres. Fue el primer supermercado, construido a principios del siglo XIX y hoy en día es una tiendita.
La siguiente construcción en esta ruta, es la casona del Coronel Emilio Kosterlinsky (5 de Mayo), una rosadísima edificación de corte colonial, hoy en día habitada por particulares y construida durante el siglo XIX. En el centro, frente a la Plaza Monumental, se encuentran también la casa de Miguel Latz con un hermoso jardín; la leyenda cuenta que posee pasadizos subterráneos que se comunican con la iglesia. A media cuadra está la casa de Serapio Dávila, sitio que ejemplifica muy bien el estilo de vida placentero y desenfadado de los magdalenses. Se puede acceder a las casas acompañado de un representante de turismo (preguntar en el Palacio Municipal).
La Plaza Monumental es el lugar de encuentro y desencuentro de los magdaleneses. Comenzando por la cripta del Padre Eusebio Francisco Kino, una cúpula que guarda los restos óseos del religioso. En el techo hay una pintura mural que representa su labor en la región de Sonora y Arizona, también hay fotos de la evolución de la urbanización de Magdalena.
El primer cuadro está rodeado por una arquería que aloja casas, restaurantes y tiendas. Al dar una vuelta se puede apreciar la artesanía tradicional de palo fierro y cestería, además de los dulces de leche y cajetas. Dentro de la misma cuadra hay un jardín donde se venden imágenes religiosas de San Francisco Javier, un santo muy efectivo que atrae a numerosos creyentes. La Iglesia de Santa María de Magdalena y la Capilla de San Francisco Javier, ambos forman parte del mismo conjunto conventual. La iglesia se comenzó a construir en 1830 pero desde entonces ha pasado por una serie de adaptaciones. Se dice que la primera versión fue construida por el Padre Pineli de forma muy rudimentaria; el edificio actual es obra del misionero Pérez de Llera. En su interior guarda hermosos y sencillos vitrales que dejan pasar la luz de una manera muy especial.
La capilla fue construida por el Padre Agustín de Campos en 1711. En ella el Padre Kino ofició su última misa. La fiesta en honor al santo Francisco Javier se celebra el 4 de octubre. Ese día, miles de peregrinos provenientes del sur de Estados Unidos y el noroeste de México atraviesan largas distancias para llegar a presentarle al santo su devoción y agradecimiento.
Justo detrás de la plaza se encuentra La Industria, un conjunto de calles que fueron cede de fábricas y casas que alguna vez formaron parte del álgido movimiento comercial de Magdalena en el siglo pasado. Hoy se trata de un lindo paseo para conocer la antigua fábrica de cigarros La Esmeralda, fue reconocida por la producción a mano de cigarros “torcidos”. Estas callejuelas son el último punto de la ruta del Corredor Histórico Cultural.
Magdalena se encuentra en medio de un revercido oasis de cardones gigantes, mismos que te acompañan a lo largo de tu recorrido. Dirigiéndote hacia la carretera internacional 15 en breves minutos estarás frente a un paisaje del Viejo Oeste. Enormes cactáceas que tardan cientos de años en crecer forman un espacio donde se pierde la noción del tiempo. Este es el mejor lugar para apreciar el atardecer, rodeado de la rica flora y fauna desérticas.
Es de notar que Luis Donaldo Colosio nació aquí, en este Pueblo Mágico; de ahí su presencia en carteles, fotografías y en general en el inconsciente colectivo del pueblo. Su mausoleo en el panteón de Magdalena es una pirámide con jardines decorada con frases y fotografías de sus monumentos más gloriosos durante su carrera política
A unos 10 km del centro de Magdalena se encuentra el poblado de San Ignacio, ahí se puede visitar la Capilla de San Ignacio, construida en 1867, que pertenece al conjunto de capillas que el Padre Kino fue edificando con el fin de evangelizar a la Primería Alta de Sonora. La gente que resguarda el edificio es muy amable y nos dejó conocer cada uno de sus rincones. Al subir la escalinata hacia el coro de la iglesia y el campanario se aprecia el entorno de San Ignacio.
Imperdible:
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Visitar la Capilla de San Ignacio, un pequeño tesoro de la ruta misionera de Kino.
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Un paseo por el desierto y apreciar el atardecer entre cardones gigantes.
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Acudir a la fiesta de celebración de San Francisco Javier, donde se puede presenciar las danzas regionales de distintos grupos étnicos de la región norte del país.
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Disfrutar de la mejor selección de carnes en sus distintos restaurantes; las tortillas de harina y dulces de membrillo.
Cómo Llegar:
Desde Hermosillo tomar la carretera federal 15 con dirección a Nogales.
Festividades:
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Fiesta en honor al Padre Kino, del 20 al 28 de mayo.
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Celebración de San Francisco Javier, del 28 de septiembre al 5 de octubre, se llevan a cabo exposiciones gastronómicas y artesanales.
Información Turística:
Palacio Municipal
Avenida Obregón s/n.
Teléfono: (632) 108 1000 ext. 129.