Cuando en 1555 un grupo de españoles encabezados por Juan de Tolosa dieron con un yacimiento de plata y decidieron instalarse junto a él, empezaron a escribir la historia de uno de los pueblos más pintorescos y ricos en tradiciones de la Nueva España. Fueron ellos quienes, junto con el evangelizador fray Jerónimo de Mendoza, exclamaron al fijar la vista en un cerro cercano: “Mírenlo, se parece a nuestros sombreros”. Y por ello le otorgaron el nombre de Sombrerete a la localidad que recién fundaban.
La Sierra de Órganos son enormes piedras apiladas una encima de la otra que desafían a la gravedad, dando la impresión de que se van a caer en cualquier momento. Este pequeño parque nacional es un lugar perfecto para acampar y es bastante seguro.
La Sierra de Órganos resguarda unas formaciones rocosas monumentales que son su principal atractivo, aunque su flora y su fauna también son dignas de admiración. También cuenta con tres senderos, el más largo mide aproximadamente 2 km y permite ver unas formaciones espectaculares. Éste parque cuenta con parrilas en las que se puede preparar algo de comer.
Es recomendable comer en el restaurante Villa de Llerena, donde uno puede probar las enchiladas mineras, especialidad del lugar. Las tortillas se bañan en una salsa verde hecha con chile poblano y crema, después se rellenan con carne de cerdo deshebrada y se acompañan con hojas de lechuga y queso rallado encima. Es un platillo típico zacatecano que no te debes perder.
Uno de los templos coloniales más antiguos es la Capilla de la Candelaria, este recinto está dedicado a una imagen hecha en Sevilla, España, a base de madera estofada. Fue donada por el conquistador Juan de Tolosa en 1556. Se trata de un edificio pequeño que cuenta con un altar de piedra; su techo descansa sobre 52 gruesos maderos grabados. Cada año este lugar se viste de gala para ser escenario de memorables festividades, manteniendo con viveza sus creencias y la fe de su virgen.
El Templo de Santo Domingo fue construido gracias a la generosidad del conde Fernando de la Campa, un español muy respetado en Zacatecas que edificó 22 templos y el Santuario de Plateros. El templo se mantiene impecable, por lo que se aprecia todo el esplendor de su estilo barroco, y en el interior resguarda magníficas obras de arte sacro, además de los restos del conde.
Si eres amante del café con pan, no puedes dejar de probar un rico café acompañado del delicioso pan ranchero. Este tipo de pan, preparado con manteca, se cuece en un horno hecho con adobe, ladrillo y lodo. Tradicionalmente se hacía en Semana Santa, pero se ha hecho tan popular que ahora se consigue todo el año.
El templo de San Juan Bautista es una imponente construcción que data del siglo XVII; su fachada es de estilo barroco y está compuesta por tres cuerpos decorados con nichos, esculturas y gárgolas. El acceso se hace a través de una puerta peraltada. En su interior hay varias pinturas anínimas de gran valor dadas su belleza y antigüedad. El altar mayor está coronado por una hermosa imagen de la Inmaculada Concepción.
Saliendo se encuentran los portales, en cuyos comercios vale la pena echar un vistazo. El Convento de San Mateo, con su Templo de San Francisco, construido en el siglo XVI, fue el eje cultural y religioso de la región hasta el siglo XIX. En su templo puede admirarse un retablo de madera recubierto con hoja de oro. Junto está la Capilla de la Tercera Orden, de un estilo renacentista. La bóveda, única en su tipo en el mundo, está sostenida por dos arcos únicamente y fue construida con grava porosa, sacada de las haciendas de beneficio.
Las deliciosas “brujitas” son típicas de Sombrerete, que se hacen de una masa en la que se mezclan harina de nixtamal, ajo y sal, se rellenan de carne deshebrada guisada y se fríen hasta que queden doraditas. Esta delicia se come acompañada de un poco de salsa de frijoles de olla.
La Capilla de la Santa Veracruz es del siglo XVI. Es un lugar impresionante pues el templo no tiene bancas en su interior y la planta está completamente vacía; sólo se observan alineadas en el piso más de cien tumbas de niños, mujeres, hombres y ancianos cuya identidad aún no se termina de averiguar. Todavía no ha sido restaurado así que está un poco derruido, lo que agrega un aire tenebroso que traslada a otra época.
El Templo de la Soledad data del siglo XVIII. Recientemente remodelado, se distingue por su torre estilo morisco o mudéjar, y su fachada estilo churrigueresca.
Imperdible:
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Tomar cerveza en La Barra y echar un vistazo al mueble detrás de la barra, con más de 110 años de antigüedad.
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Visitar el Museo Villa de Llerena, que muestra el desarrollo histórico de Sombrerete.
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Disfrutar una nieve de fruta en el Jardín Principal.
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Aprender a hacer las “brujitas”.
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Pasar una mañana en la Sierra de Órganos escalando o caminando.
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Conocer los diversos templos de Sombrerete.
Cómo Llegar:
Desde Durango tomar el camino hacia Aréchiga del Rebote hasta la carretera federal 45 que llega a Sombrerete.
Desde Zacatecas tomar la carretera federal 45 en dirección norte.
Festividades:
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La Feria Regional en febrero.
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La Fiesta de la Fundación de Sombrerete en junio.
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La Fiesta de la Candelaria del 1 al 9 de febrero.
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Las Fiestas de la Noria de San Pantaleón el 27 de julio.
Información Turística:
Palacio Municipal s/n, Centro.
Teléfono: (433) 103 6865.