El Tianguis Dominical de Tlacolula es muy apreciado y reconocido en el estado y por el mundo entero.
Si los mercados oaxaqueños están llenos de colores y sensaciones, el de Tlacolula es uno de los más llamativos porque reúne a muchos comerciantes y compradores.
Las vestimentas tradicionales de distintos pueblos se hacen presentes y por momentos el zapoteco se oye más que el castellano, aunque otras muchas otras lenguas también se hablan ahí.
La diversidad de mercancías es impresionante. Como hace miles de años, se siguen vendiendo chiles, granos, frutas y verduras de incontables sabores, colores y formas.
Para calmar la sed, están los puestos de tejate (una bebida antigua refrescante de maíz y cacao), no dejes de probar el de sabor coco.
Un puesto ofrece pescado asado y salado de la costa, otro más, artesanías de palma de la zona de Albarradas, otros, piezas de barro de diferentes colores: rojo, negro, verde.
La mercancía tradicional convive con la nueva y los huaraches compiten con el calzado chino.
Las hierbas medicinales ocupan su lugar, como desde luego también lo tiene el mezcal.
En este sitio verás gente cargando guajolotes o arreando chivos y borregos debido a que los animales vivos están a la venta.
El Tianguis Dominical resultará una experiencia inolvidable, podrá comprar artesanía, saborear un delicioso y refrescante tejate o beber un buen mezcal. Colores, olores y texturas se dan cita entre la multitud de palabras zapotecas que imprimen un sonido único al momento.