Las montañas del semidesierto y un cielo especialmente nítido cobijan esta hermosa ciudad nacida sobre algunas de las vetas argentíferas más ricas del continente, donde el genio mexicano ha producido magistrales obras de arte a lo largo de cuatro siglos y medio.
RECORRIENDO ZACATECAS
El Centro Histórico de Zacatecas consta de 110 hectáreas donde están 456 edificios de valor histórico. En su eje mayor tiene apenas 2 kilómetros de largo, digamos del Museo Rafael Coronel en el extremo noreste, al Acueducto El Cubo en el extremo suroeste, de modo que es un rumbo perfectamente caminable aunque lleno de pendientes, unas veces en rampa y otras en escalera.
Para tener una excelente panorámica de conjunto del centro le recomendamos el teleférico. Su estación inferior está en las faldas del Cerro del Grillo. A partir de ese punto recorre 650 metros hasta la parte alta del Cerro de la Bufa, desde donde también se tiene excelente vista del centro (todos los días de 10 a 18 horas; admisión $24 pesos).
Otra manera interesante de conocer el Centro Histórico es en el tranvía turístico Divierte, que inicia sus recorridos frente al Teatro Calderón, teléfono (492) 924 8779, o bien en el Maxibús, un autobús de dos pisos que inicia sus paseos en la Plaza de Armas, teléfono (492) 924 0050. En ambos casos los recorridos duran poco menos de una hora y se pueden tomar todos los días entre las 9 y las 20 horas.
Los taxis no usan taxímetro. Un taxi que recorra la mitad del centro, digamos que lo lleve desde la Catedral hasta el Museo Rafael Coronel, debe cobrarle aproximadamente $25 pesos. Si es de todo el centro, del Museo Rafael Coronel al Hotel Quinta Real, el costo debe de ser de unos $35 pesos. Los autobuses en la ciudad cuestan $4 pesos.
ZACATECAS PATRIMONIO MUNDIAL
El Centro Histórico de Zacatecas fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1993 por varios motivos. Primero por su origen. Fundada luego de que el vasco Juan de Tolosa descubriera en 1546 abundantes yacimientos de plata, esta ciudad española se asentó como señorío en medio de una difícil topografía: una angosta hondonada entre los Cerros de la Bufa y del Grillo que hizo de ella una urbe peculiar belleza, dotada de calles estrechas flanqueadas por alegres placitas y bellas construcciones.
En segundo lugar está su historia. Zacatecas se convirtió muy pronto en un foco de civilización y evangelización del centro y norte de la Nueva España. A la vez, su legendaria riqueza perduró durante la época virreinal y encontró su más vistosa expresión en el arte, sobre todo en la arquitectura. Así, la ciudad fue atesorando casonas, conventos e iglesias, hasta que en la primera mitad del siglo XVIII alcanzó su punto culminante en la parroquia cuya portada es para algunos la mayor obra maestra del barroco americano.
Finalmente hay que considerar su armonía urbanística y su excelente estado de conservación. En los últimos doscientos años la ciudad sufrió grandes cambios, pero tuvo la fortuna de mantener casi intacto su elegante perfil, iluminado por el tono rosa de la cantera. Además, su acervo de obras de arte pictóricas y escultóricas es uno de los más ricos y diversos del país.
SITIOS DE INTERÉS La Catedral y sus alrededores
Por mucho, la estructura más notable de Zacatecas es la Catedral, construida en su mayor parte entre 1731 y 1752, aunque sus torres fueron posteriores. En un principio fue la parroquia de la ciudad, pero se convirtió en la Catedral al erigirse la diócesis en 1859. Su interior es relativamente sobrio, de modo que es afuera, en la increíble obra escultórica de las portadas de cantera rosa, donde tiene su mayor tesoro.
Al norte de la Catedral se abre la Plaza de Armas flanqueada al oriente por el Palacio de Gobierno, una bonita casona del siglo XVIII, al igual que el edificio que está en el lado contrario, el Palacio de la Mala Noche, la mansión de un rico minero que hoy aloja el Poder Judicial del Estado. Unos pasos al sur de la Catedral, sobre la avenida Hidalgo, se encuentran dos edificios de la época del Presidente Porfirio Díaz ubicados uno frente al otro: el majestuoso Teatro Calderón y el señorial Mercado González Ortega que hoy es un centro comercial.
Otros edificios cercanos a la Catedral son los que están una cuadra al poniente, en los costados de la pequeña plaza de Santo Domingo. Ahí se levanta la hermosa Iglesia de Santo Domingo que, además de una bella fachada barroca, conserva en su interior ocho espléndidos retablos dorados de estilo churrigueresco. A su izquierda está el edifico que alguna vez albergó al colegio jesuita de San Luis Gonzaga y que hoy es el sorprendente Museo Pedro Coronel con obras de arte universal, lo mismo esculturas milenarias de la India, Grecia o el antiguo Egipto, que grabados y litografías de Goya, Dalí y Chagall, o esculturas del propio Pedro Coronel (viernes a miércoles de 10 a 16:30 horas; admisión $30 pesos).
La mina de 400 años
En el extremo poniente del Centro Histórico, más allá del bello parque conocido como La Alameda, se ubica la entrada principal a la Mina El Edén. Esta mina inició operaciones en el siglo XVI, vivió su mejor época en los siglos XVII y XVIII y dejó de ser explotada hacia 1960. Ahora está acondicionada como un museo de la minería que se recorre, en parte, en un trenecito (lunes a domingo de 10 a 18 horas; admisión $70 pesos;www.minaeleden.com.mx). Desde su salida, queda muy cercana la estación del teleférico en el Cerro del Grillo. Uno de sus salones, que antiguamente se usó para la trituración de minerales, ahora es una deslumbrante discoteca La Mina Club (jueves a sábado a partir de las 22 horas).
El Cerro de la Bufa
A la cumbre de esta emblemática colina se puede llegar a pie, en automóvil o en teleférico. Además de ofrecer grandiosas panorámicas de la ciudad, cuenta con varios espacios monumentales. Ahí se levanta el pequeño Santuario de la Virgen del Patrocinio, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Igualmente está la llamada Plaza de la Revolución y el Museo de la Toma de Zacatecas (martes a domingo de 10 a 17 horas; admisión $20 pesos), ambos dedicados a conmemorar la famosa batalla que se libró en esta ciudad el 23 de junio de 1914, en la que el general Francisco Villa derrotó definitivamente a las fuerzas del gobierno de Victoriano Huerta durante la Revolución Mexicana.
Museo de la Máscara
Al norte del centro, a unas seis cuadras grandes de Catedral, en el cruce de las calles Matamoros, García Salinas y San Francisco, se localiza el ex convento virreinal de San Francisco, una hermosa construcción semirruinosa del siglo XVI que ahora funciona como Museo Rafael Coronel (no confundir con el Museo Pedro Coronel, adyacente a Santo Domingo). Exhibe varias colecciones de objetos históricos, arte y artesanía, entre ellas una de más de 5 mil máscaras populares mexicanas que bien puede ser la mayor del mundo en este tipo de objetos (jueves a martes de 10 a 16:30 horas; admisión $30 pesos).
Más pinturas y esculturas de artistas mexicanos contemporáneos pueden verse en otros dos museos de la ciudad. Uno de ellos es el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, situado en el antiguo edificio del Seminario Conciliar (Plaza Zacatecas 450; miércoles a lunes de 10 a 16:30 horas; admisión $30 pesos). El otro es el Museo Francisco Goitia, con obras del famoso pintor zacatecano y de otros artistas locales; se ubica al sur del centro frente al Parque Enrique Estrada (martes a domingo de 10 a 17 horas; admisión $30 pesos).
Otros rincones
Hay muchos parques, templos y monumentos encantadores en el centro de Zacatecas. Entre ellos destacan el casco del antiguo Templo de San Agustín, que a pesar del deterioro sufrido en los siglos XIX y XX aún es una estructura majestuosa y conserva bellos relieves y piezas decorativas de cantera. Ahora está dedicado a exhibiciones artísticas temporales (martes a domingo de 9 a 20 horas; entrada libre). En la siguiente cuadra se abre el pequeño Jardín Juárez, una primorosa plaza arbolada escondida entre bellos edificios.
Un sitio que en las últimas dos décadas se ha convertido en un atractivo imprescindible de la ciudad es la antigua Plaza de Toros San Pedro, al sur de la ciudad, junto a los arcos del antiguo Acueducto El Cubo y el Parque Enrique Estrada. En 1989 esta plaza fue sometida a una intervención arquitectónica muy audaz que la convirtió en el actual Hotel Quinta Real. Si no se hospeda en él, una copa en su bar o una comida en su restaurante pueden ser la excusa para conocerlo.
ARTESANÍAS
Hay varios tipos de artesanías llamtivas en la ciudad. Entre las más interesantes están las elaboradas por los indios huicholes de las cercanías: cajitas, llaveros, objetos decorativos y, sobre todo, figuritas de animales cubiertas con miles de cuentitas de colores. También destaca la joyería de plata. Hay muchas tiendas que venden estas dos artesanías en las calles más céntricas.
En las afueras de la ciudad camino a Guadalupe está la Ex Hacienda de Bernárdez, que reúne una docena de tiendas-talleres de artesanos de la plata, donde además de comprar joyería, uno puede observar directamente el trabajo de los orfebres. Si necesita ir a un solo lugar para ver distintos tipos de artesanía, le recomendamos el Mercado González Ortega, sobre avenida Hidalgo, una cuadra al sur de Catedral, o bien, la Casa de las Artesanías, en la plaza Miguel Auza, casi enfrente del Ex Templo de San Agustín.
GASTRONOMÍA
La ciudad y el estado comparten varios platillos famosos como la birria, las gorditas y el pozole rojo. Sin embargo, el platillo más típico y famoso en la ciudad es el asado de boda, un guiso preparado con carne de cerdo cortada en pequeños trozos y sazonada con un adobo ligeramente picante.
Los dulces y golosinas son también un capítulo importante de la cocina local. Le recomendamos darse una vuelta por las tiendas de dulces tradicionales que se encuentran sobre la avenida Hidalgo, al sur de la Catedral. En ellas podrá comprar delicias como mazapanes, jamoncillos, tamarindos, queso de tuna, conservas o las curiosas charamuscas (dulces de azúcar quemada con formas de esqueletos). Ahí también puede adquirir mezcal zacatecano, que a pesar de no tener tanta fama como el de Oaxaca, es igualmente sabroso.
TIPS DE VIAJERO
Un emocionante final para cualquier visita al Cerro de la Bufa puede ser un vertiginoso viaje en tirolesa. Un par de líneas unen esta colinacon el cerro vecino del Caolín. En total tienen 840 metros de longitud lo cual lo convierte en la tirolesa más larga de todo el centro y norte de México (todos los días de 10 a 18 horas; admisión $150; teléfono (492) 899 0564).
FIESTAS Y TRADICIONES
El último fin de semana de agosto la ciudad celebra las Morismas de Bracho, una impresionante variante local de las representaciones hispánicas de moros y cristianos que tiene lugar en los campos de Bracho, al noroeste de la ciudad. Consiste en una serie de edificaciones de batallas, como la que involucra a Carlomagno o la que evoca la de Lepanto, en las que participan miles de personas. El vestuario de los guerreros recuerda más a los ejércitos franceses del siglo XIX, pero este festejo colectivo es un maravilloso estallido de fe, color, movimiento, tradición y folclor único en México y el mundo.
A las Morismas sigue durante la primera quincena de septiembre la Feria Nacional de Zacatecas que incluye romerías, desfiles, corridas de toros, juegos pirotécnicos y peleas de gallos, entre otros muchos eventos. Esta feria culmina el 15 y 16 de ese mes con la Fiesta de la Virgen del Patrocinio y en la celebración del Grito de Independencia, respectivamente.
En la segunda quincena de diciembre, con motivo de la Navidad, abundan las pastorelas y las posadas en distintos rincones de la ciudad, mientras que las plazas son decoradas con nacimientos.
CÓMO LLEGAR Automóvil. Se localiza en el centro de México, a 320, 470 y 600 km por carretera de Guadalajara, Monterrey y México, respectivamente. Avión. Al Aeropuerto General Leobardo C. Ruiz llegan las aerolíneas Delta Airlines, Mexicana, Avolar y Aeromar (carretera Panamericana km 23 tramo Zacatecas-Fresnillo; teléfono (478) 985 0338). Autobús. Las principales líneas de autobuses que conectan a Zacatecas con el resto del país son Estrella Blanca, ETN, Ómnibus de México y Transportes del Norte.