Caminar por sus calles permite descubrir un sinfin de restaurantes, bares, tiendas, talleres y locales que despliegan las tradiciones del estado.
Su Centro Histórico permanece rodeado de edificios ubicados sobre calles que se han convertido en andadores peatonales, dejando que los autos corran por túneles subterráneos, se despliega la Plaza de la PAtria, dominada por una columna jónica que fuera construida por MAnuel Tolsá en 1808: la Exedra. En su cúspide se aprecia un águila devorando una serpiente, la columna está rodeada por gradas de piedra donde es posible sentarse a disfrutar de la tarde o de la iluminación nocturna.
Al sur se encuentra una casona con fachada de tezontle, el Palacio de Gobierno, cuyo interior está decorado con cinco murales que muestran la historia del estado, firmados por Oswaldo Barra Cunningham, discípulo de Diego Rivera. En su interior hay dos patios rodeados por una arcada que conecta con una escalera central de corte imperial. Los remates de los 111 arcos de medio punto están decorados con flores de cantera, cada una diferente de las demás.
Al oeste se localiza la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. Tiene tres naves y guarda en su interior un altar neoclásico de lámina de oro dedicado a la Virgen de la Asunción, un órgano tubular de madera único en Latinoamérica y pinturas de José de Alcíbar y Manuel Cabrera. La portada principal está labrada en cantera rosa y tiene dos columnas salomónicas con relieves. A un costado está el Teatro Morelos, con un museo en su interior, que fue inaugurado en 1885, de estilo victoriano, donde se realizaron las reuniones de Francisco Villa entre octubre y noviembre de 1914 para el establecimiento de la Soberana Convención Revolucionaria. Actualmente presenta obras de la Feria de San Marcos.
Al norte se encuentra el nuevo edificio del Poder Legislativo Estatal. Más adelante está el Palacio LEgislativo de cantera rosa y estilo neoclásico, edificado por el famoso arquitecto local José Refugio Reyes Rivas entre 1912 y 1914. A veces los guardias permiten la entrada para mirar la biblioteca, el mural del Bicentenario y el Salón de Sesiones del Congreso Estatal, aunque no está abierto al público formalmente.
Muy cerca de la Plaza de la Patria también se ubican las plazas de la República y Fundadores, ambas llenas de árboles para pasar una tarde muy agradable.