Tijuana es una ciudad amigable, que nos recibe con sonrisas, cervezas hechas en casa, mariscos a las brasas y tacos de carne asada. Se encuentra localizada en una gran cañada sobre el río del mismo nombre.
Alguna vez fué habitada por los kumiai, después llegarían los españoles y sería atendido por la Misión de San Diego de Alcalá. A principios del siglo XIX esta tierra pertenecía al político Santiago Argüello. Lo que empezó como el rancho Tía Juana se convertiría en una gran ciudad fundada en 1889.
En el centro de Tijuana todo es movimiento, por ese motivo existen burros disfrazados de cebras, tiendas de artesanías y mariachis en la Plaza Santa Cecilia. A un costado se eleva sobre la calle Primera el Arco de Tijuana, ese monumento a la modernidad que hace las veces de reloj, unas cuadras más delante está la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe y el Mercado El Popo, en donde encontrarás piñatas, dulces y puestos de frutas.
En la calle Sexta se encuentran muchos bares como La Mezcalera, Dandy del Sur, La Estrella, El Tinieblo y La Tasca. Toda la algarabía se desplaza de un sitio a otro, nadie se queda en un solo sitio, y cualquier velada en la avenida Revolución está llena de expresiones artísticas. Aquí se encuentran las galerías de arte de la Plaza Revolución, encontrándose con el trabajo de artistas emergentes, instalaciones, libros aclamados, como Atelier 109, La Blástula, 206 Arte Contemporáneo y Norte Galería.
Desde la avenida principal se accede a Pasaje Gómez y Pasaje Rodríguez. Dentro esperan paredes cubiertas de grafiti, música, tiendas de diseño, cafeterías y cervezas artesanales de El Mamut.
A mediados del siglo XX se inventó en el restaurante del Hotel Caesar’s la ensalada que en la actualidad es prácticamente una obligación probar si se viaja a Tijuana. El dueño del hotel, César Cardini, sin saberlo en ese entonces, pero ese platillo que lleva su nombre iba a convertirse en todo un referente de la gastronomía mexicana.
El chef Miguel Ángel Guerrero fue el encargado de poner nombre a eso que sucede en los fogones de Baja California, la cocina Baja Med. El restaurante Misión 19 es otro referente culinario de sabores francos y locales, creado por el chef Javier Plascencia en la Zona Río, aquí los ostiones al carbón, la sopa cremosa de chícharo o la pechuga de pato añejada en seco, son una verdadera delicia para nuestro paladar.
A las taquerías de las calles se les conoce como Las Ahumaderas, en las que destacan las salsas de los Tacos Salceados, las Torta Washmobile de carne asada, los tacos de camarón de El Mazateño y los mariscos a las brasas de Kokopelli. En el espacio Food Garden podrás disfrutar de las propuestas de distintos artesanos culinarios, como las crepas de marlin o machaca de la Crepería La Luna, las hamburguesas de Veggie Smalls, los tacos de carne asada de La Taquesería o los mariscos de Tacos Walter, además de unamezcla de sabores orientales de Asia de Baja. Si te encuentras en el centro o en la colonia Cacho, no dejes de probar el café destilado en agua fría de Jacu Brew Bar, embotellado como si fuera una cerveza y posee más cafeína que un expresso. No puedes dejar de probar los cocteles que preparan en La Justina en Avenida Revolución 930, sólo para que tengas una idea, El María Antonieta llevamezcal, flor de lavanda, toronja y cerveza de jegibre, además el menú ofrece unas delicias como tostaditas de ceviche negro, pulpo adobado o pizza de camarón y trufa.
El Centro Cultural Tijuana CECUT es un organismo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes que desde 1982 expone las expresiones artísticas de la frontera. Creado por los arquitectos Pedro Ramírez Vázques y Manuel Rosen Morrison, y al recorrer sus pasillos se encontrará con un acuario y jardín botánico, un cine convencional y un cine IMAX conocido como La Bola, además de una sala de espectáculos.
La galería de arte El Cubo es un interesante espacio destinado a exposiciones itinerantes, y en el Museo de las Californias se encuentran las réplicas de las pinturas rupestres estilo Gran Mural, que hay en la Sierra de San Francisco, los instrumentos de cacería que pertenecieron a los antiguos habitantes de la región, los yumanos, como cestas y piezas de cerámica. También posee barcos a escala de las exploraciones llevadas a cabo por los conquistadores cuando la costa californiana era apenas conocida, así como maquetas de las misiones religiosas que se llevaron a cabo en la península. Hay armaduras españolas, óleos con escenas religiosas del siglo XIX y modelos de los afrancesados edificios de Santa Rosalía. Completan este sitio una reproducción del ferrocarril Tijuana-Tecate que significó el principio de la migración china en el siglo XX, así como fotos del Casino de Agua Caliente y un avión en miniatura como los que se fabricaban a finales de los años veinte del siglo pasado.
En alguna época, en Estados Unidos existió la Ley Volstead, con la cual estaban prohibidas las apuestas y la bebida, en medio de este panorama apareció en Tijuana todo un paraíso para divertir a todas esas personas que no lo podían hacer en su país, así surgió Agua Caliente, un complejo turístico inaugurado en 1927 con el capital de cuatro socios, entre los que estaba el que después se convertiría en presidente de México, Abelardo L. Rodríguez. Hollywood no se mantuvo indiferente ante este hecho y los artistas de cine se convirtieron en clientes frecuentes. Llegaban en tren, automóvil o aeroplano.
Los salones del casino conocieron artistas como Rita Hayworth, Jean Harlow, Dolores del Río, Bing Crosby y Clark Gable entre muchos otros. Agua Caliente contaba con campo de golf, canódromo y un hipódromo. Lázaro Cárdenas suprimió los juegos de azar y al hacerlo puso fin a todos los beneficios de un sitio como este. Sus instalaciones fueron expropiadas y quedaron a disposición de la Secretaría de Educación Pública. El club de golf después se convirtió en el Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana y el hipódromo fue transformado en centro de apuestas de Grupo Caliente.
Las Playas de Tijuana son excelentes para recorrerlas caminando, el Malecón Bicentenario abarca 4 kilómetros, desde el Parque Azteca hasta el límite con Estados Unidos. En su recorrido podrás encontrar un faro, esculturas de delfines, bancas, palmeras y al final el Parque del Mar.
El Real del Mar Golf Resort es un resort en el que alguna vez se hospedó Leonardo DiCaprio cuando se estaba filmando la película Titanic. Cuenta con 75 suites y estudios, alberca, iglesia, área residencial, jardines y salones de eventos. Sus restaurantes, Hacienda del Real y Abasoul, forman una pequeña villa para disfrutar de la tarde.
El Parque Morelos es un enorme sitio arbolado con asadores, juegos infantiles, go karts y un teatro guiñol. También cuenta con un zoológico en el que se pueden apreciar venados, avestruces y dromedarios.
El Parque de la Amistad cuenta con un lago con patos y lanchas para remar, además de go karts y un teatro al aire libre. Al centro de la ciudad se ubica el Parque Teniente Guerrero con juegos infantiles, puestos de dulces y globos, este es un sitio preferido por jugadores de ajedrez, quienes se reúnen en este sitio.
Mundo Divertido es un parque en donde encontrarás juegos mecánicos y de video, tiro al blanco y mesas de billar, además de contar los fines de semana con música en vivo y payasos. El Museo El Trompo tiene como propósito acercar a los niños a la ciencia y la tecnología mediante salas interactivas. Se hace música, se mueven brújulas, se mira la propia sombra y se descubren los planetas. También cuenta con una sala de cine en 3D y un audiorama en donde se realizan conferencias, conciertos y talleres.