Fue fundado por fray Gonzalo de Hermosillo, primer obispo de Durango, en 1631. Al principio se edificó una pequeña y humilde celda de oración que al paso del tiempo fue creciendo en extensión; la construcción actual data de 1637, ampliada y remodelada en el siglo XIX cuando se agregó una fachada lateral y se construyó el altar mayor. Durante la Independencia, las tropas realistas pelearon cuerpo a cuerpo con los insurgentes dentro del templo, triunfando estos últimos.
La plaza que le precede se formó en el siglo XVII al fundarse el Convento de San Nicolás Tolentino, llamándose entonces Plazuela de San Nicolás. Hoy en día se le conoce como el Jardín San Agustín Durango y cuenta con hermosos y bien cuidados jardines. Esbeltas palemras anteceden al Templo de San Agustín, cuya fachada luce una bella torre campanario de un solo nivel, estilo neoclásico; su cúpula destaca por el tamaño de su base o tambor. La portada es muy sobria, en la que sobresalen los pares de columnas corintias estriadas; los frisos exhiben elementos vegetales tallados en piedra como decoración. Su gran ventana del coro dispone de un llamativo vitral. Tiene como remate una hermosa cruz de hierro.
Cuenta con una portada lateral hermosa donde se aprecia la destreza de los canteros. Su interior de tres naves sobresale por el acabado en dorado de los capiteles de sus pilastras, las figuras del friso y las molduras de los arcos. Notable es el ciprés de estilo neogótico del altar mayor, obra del maestro Benigno Montoya, que llamará la atención del visitante.
Este inmueble fue testigo mudo y trinchera de las tropas revolucionarias en la famosa batalla la Toma de Durango acontecida el 18 de junio de 1913.
SU CÚPULA
San Agustín fue el máximo pensador del cristianismo; santo, padre y doctor de la iglesia católica. Numerosos templos se han levantado en su honor, el de Durango luce una de las bases más altas que sostiene su cúpula. Sus policromos vitrales filtran perfectamente la luz al crucero.
Ubicación: Avenida 20 de Noviembre esquina Hidalgo.