Alfarería: Es una de las actividades artesanales más difundidas y aunque se producen grandes variedades en todo el estado, su principal exponente es Atzompa.
Barro Negro: Hecha con un barro especial, esta artesanía le ha dado fama mundial a Oaxaca, sus piezas bruñidas, caladas y de variadas formas son muy apreciadas en el mercado. Las piezas se fabrican en San Bartolo Coyotepec.
Cestería: Se trabaja principalmente el carrizo en infinidad de formas y utensilios decorativos y de uso doméstico. Los lugares donde se elabora son Etla, Ocotlán de Morelos y Tlacolula de Matamoros.
Cuchillería: La forja de acero tiene gran tradición en el estado. La manufactura de machetes, cuchillos, dagas, cubiertos y otros enseres se realiza en Tlaxiaco.
Hierro Forjado: La herrería es otra expresión heredada de la época colonial. Se elaboran bellas piezas en Santiago Jamiltepec y en Tlacolula de Matamoros.
Orfebrería: De tradición prehispánica heredada de los artesanos mixtecos, la orfebrería incluye bellas joyas que son el complemento del vestuario típico de la mujer oaxaqueña, además de reproducciones de piezas prehispánicas. Las mejores se fabrican en Santo Domingo Tehuantepec y en Juchitán de Zaragoza.
Textiles: También de la época prehispánica con los telares de cintura, y después con los telares de lanzadera y pedal de la Colonia, la producción de textiles ha ocupado un lugar prominente en as comunidades oaxaqueñas; entre ellas destacan Santo Tomás Jalieza, Mitla, Santa Ana del Valle y Teotitlán del Valle.
Alebrijes: Es una tradición expresada en fantásticas formas y en seres llenos de colorido realizados con trozos de madera. Las principales comunidades que las elaboran, siguiendo estilos particulares, son San Antonio Arrazola y San MArtín Tilcajete.