Enclavada en una ruta poco frecuentada, y semirodeada por áridos cerros al poniente, esta ciudad se ubica a 20 kilómetros de Mexquitic por la carretera estatal a Charcas. Pese a su antigüedad, hoy en día no parece muy interesante debido a que ya ha perdido sus casonas originales. La mezcla de estilos arquitectónicos “modernos” y el albigarramiento es notable. Sin embargo, el templo neoclásico, muy ornamentado y con buena luz exterior, y a la albolada plaza hacen que una corta visita valga la pena. Ah, y si es hora de comer, una buena barbacoa es muy recomendable.
Dentro del municipio del mismo nombre, pero por la carretera federal a Zacatecas, se halla “La Parada” (antiguamente San Francisco Javier de la Parada). Esta es una exhacienda ganadera en ruinas y habitada por ejidatarios. Hay que advertir que sólo con permiso de sus moradores se puede recorrer la casa grande, así como la abandonada capilla y las muchas bodegas desoladas. Para quienes buscan conocer los aspectos arqueológicos de esta región, en los cerros de Ahualulco hay cuevas con petroglifos y pinturas rupestres. Dentro de ellas se han descubierto puntas de flecha y lascas de pedernal.