Su plaza central, el Parque Juárez, con el Museo Tuxteco y su cabeza colosal, recuerdan que se ha llegado a la Cuna de la Cultura Olmeca, de hecho, el municipio cuenta con tres cabezas colosales.
El Museo Tuxteco exhibe espléndidas obras que produjeron los pueblos que habitaron el corazón olmeca. El edificio, de 1880 con arcadas en el pórtico que contuvo en su momento el Palacio Municipal, tiene tres espacios expositivos: la sala regional mesoamericana con interesantes implementos para labrar la tierra, diversos objetos de obsidiana, mascarones, esculturas, indumentarias, instrumentos musicales, figuras sonrientes y ornamentos prehispánicos; la sala de escultura monumental que ostenta una magnífica cabeza colosal olmeca y la Piedra del Negro, un monolito colosal tallado, entre otras atractivas piezas; la sala colonial muestra el periodo novohispano mediante documentos, instrumentos de navegación, esculturas, pinturas, armaduras y mobiliario de la época, destaca particularmente una escultura del siglo XVII de Santiago Apóstol en madera estofada.
A 21 kilómetros de Santiago Tuxtla se encuentra la zona arqueológica de Tres Zapotes, un importante centro olmeca contemporáneo a La Venta, Tabasco. La ocupación del sitio empezó alrededor de 900 a.C., pero fue entre el 400 a.C. y el 300 d.C. cuando se convirtió en el centro más importante de la región. Ya para entonces los olemcas utilizaban el cero en sus operaciones matemáticas y habían avanzado mucho en el sistema de cómputo calendárico, el cual se basaba en el uso de barras y puntos. Fue inaugurado en 1974 y está atrapado entre la exuberante vegetación y los rumores del río Papaloapan, que corre a menos de un kilómetro. En la parte suroeste se yergue en el Grupo Arroyo el montículo principal y más sobresaliente, Loma Camila, con más de 12 metros de altura, en el lado norte, Loma Larga con siete metros de altura y 130 metros de longitud. La amplia sala del museo de sitio está dedicada al Preclásico y muestra su pieza estrella: la estela D que fue encontrada en Loma Camila con la representación de un personaje con una vara larga, una especie de pechera y un pectoral de gran tamaño, acompañado por otros dos personajes con altos tocados y capas en sus espaldas, toda la escena se encuentra dentro de las fauces abiertas de un jaguar, que mide un metro y medio de altura. En la misma sala, se encuentra la estela A, hallada en Loma Larga con una altura de más de cinco metros, en ella se muestra una cabeza trofeo y algunas figuras humanas, en uno de sus lados, una víbora parece ascender hacia un jaguar. Hay otras piezas como la F y G que son espigas que rematan en cabezas humanas o felinas y en brazos. Otra de las piezas más interesantes es la cabeza colosal de Hueyapan, ligeramente cuadrada, así como la estela C, de basalto, que representa una enigmática máscara de jaguar en la que se aprecian tres deidades, la diosa de la tierra, el dios que llora la lluvia sobre la tierra y el dios solar que nace del inframundo y retorna a morir en él para renacer cada día. En la sala del Clásico hay hachas de uso ceremonial, cuentas de collares y brazaletes, cerámica, figurillas y la simulación de un entierro.