En este Pueblo Mágico tuvo lugar la primera fundación de Guadalajara y más tarde fue escenario de varios periodos para el país, desde la Guerra de Mixtón hasta la Cristiada. Sus monumentos avalan esta rica historia: el Jardín Central, sus estatuas y las antiguas casonas que lo rodean, la Parroquia de San Francisco, levantada entre 1584 y 1639, el edificio de El Parián, la Iglesia de San José, hecha con ladrillo rojo y excelente gusto, donde se encuentra la capilla de San Román Adame, mártir de la persecución religiosa de tiempos del presidente Elías Calles, el viejo Templo de San Sebastián y el majestuoso acueducto. Pero lo mejor de Nochistlán es su gente y su cultura popular. Sus celebraciones, en especial la Romería de la Virgen de Toyahua y la fiesta del “Güerito” San Sebastián, mejor conocida como la fiesta de los papaquis.
Sus grupos de mariachi tienen una muy bien ganada fama. Y sus eventos de coleadero se encuentran entre los más importantes del país.