La Isla del Presidio es un sitio que a pesar de su poca extensión, contiene mucha historia.
En el muelle de Mezcala te recomendamos subir en una lancha operada por guías locales y atravesar el tramo más profundo del lago de Chapala, hasta llegar a Isla del Presidio.
En cuanto uno desembarcas, los guías nos cuentan que en este sitio se hallaron ofrendas prehispánicas dedicadas a Tláloc, y durante la guerra de Independencia esta isla fue tomada por comunidades indígenas de la laguna y asediada durante varios meses por una armada de buques españoles.
Los vestigios del fuerte donde los independentistas se refugiaron aún se conservan, por lo que se puede caminar entre los antiguos dormitorios y apreciar un horno auténtico donde se fundían bolas de cañón.
Después de un brote de tifus, los alzados pactaron con el gobierno virreinal la entrega de la isla, algo único en la historia de México, ya que no se trató de una derrota militar como tal.
En la isla se construyó un fuerte, ejemplo único de la arquitectura militar decimonónica en todo Jalisco. Cuando se recorren sus celdas, se atraviesa su patio central y se sube a su muralla, se puede uno imaginar las difíciles condiciones que vivieron los presos.