Desde que se llega a este Pueblo Mágico te cautivará su diversidad vegetal: se pueden ver zapotes blancos, guayabos y ciruelos creciendo al lado de helechos, jacarandas y nopales. Y en más de un patio o jardín sorprenden las miradas colgantes de las orquídeas. Malinalco te irá conquistando con las muestras vivas de su pasado prehispánico y colonial, con su colorido mercado, sus calles empedradas, sus capillas de barrio y sus hoteles pequeños y encantadores.
La plaza de la Presidencia Municipal y la del quiosco, se levanta frente al enorme atrio de la Parroquia del Divino Salvador, la iglesia más importante de la localidad. Es de llamar la atención los aromas del mercado, que se pone todos los días sobre la calle Juárez. Ahí venden quesadillas de maíz azul, tacos de barbacoa y, por supuesto, los tradicionales tacos de cecina y chorizo a los que se añaden tiras de nopal con cebolla y papas fritas.
El Ex Convento del Divino Salvador es una construcción iniciada por los agustinos alrededor de 1540. El interior del templo es hermoso, con su enorme bóveda de cañón corrido y capillas laterales por donde se cuela sutilmente la luz. No obstante, la verdadera riqueza del conjunto está en las pinturas que recubren totalmente el claustro bajo, hechas por tlacuilos indígenas a mediados del siglo XVI. Recientemente fueron restauradas, lo que contribuye a que se aprecie mejor su representación del paraíso: un jardín exuberante que crece en torno al árbol de la vida (la cruz). Se ven órganos, magueyes, árboles de cacao y guayabos en combinación con vides y otros símbolos cristianos. Entre los animales hay monos, tlacuaches, conejos, ciervos, águilas, serpientes y loros, además de muchos insectos. En definitiva, es una de las muestras más valiosas de pintura mural novohispana.
Recorriendo las calles de Malinalco llegarás aun restaurante de fondues y pepitos: El Puente de Mál-li. Ahí se disfruta de un rico fondue al chipotle y una pasta con setas; además venden libros en su biblioteca.
Malinalco tiene varias galerias y espacios de intercambio artístico. En la calle de Guerrero se encuentra la Galería de Andrés Medina, un artista malinalquense, aquí se muestran sus obras y las de Guillermo Espinoza, también mexiquense. Este lugar también funciona como cafetería.
Quinta Cielo es un hotel boutique de cuatro habitaciones con un excelente restaurante y un jardín donde crecen orquídeas, cactáceas, limones mano de Buda, bromelias y otras maravillas. Aquí se puede disfrutar de unos ricos pulpos a la gallega y la alcachofa con vinagreta de mostaza Dijon.
Es recomendable visitar la zona arqueológica por la mañana, pues más tarde el calor se pone intenso. La zona fue conquistada a mediados del siglo XV por los mexicas, fue hacia 1501 cuando por órdenes del gobernante mexica Ahuizótl se empezó a tallar en la roca del cerro el conjunto ceremonial, aprovechando el talento de los canteros de la zona.
Actualmente se pueden observar diez estructuras diferentes, entre las que destaca el Cuauhcalli o Casa de las Águilas, un edificio de dos plantas en cuya parte superior hay un recinto semicircular donde se hacían las ceremonias de iniciación de los guerreros águila y ocelote. Aunque no se permite entrar al recinto, es posible subir para admirar detalles como la lengua de serpiente tallada sobre el piso o las escamas de la serpiente que se encuentra del lado derecho de la entrada.
Después de visitar la zona arqueológica, te sugerimos echarle un vistazo al Museo Universitario Luis Mario Schneider, que está justo afuera, sobre la calle de Amajac. Está dedicado a honrar la riqueza natural y cultural de Malinalco, por lo que incluye, entre otras colecciones, una muestra de plantas y mariposas de la zona y una réplica del Cuauhcalli.
Entre las capillas de barrio que complementan la riqueza arquitectónica del lugar están: la de Santa María y la de San Guillermo. Cerca de ésta se encuentra el Museo Los Bichos de Malinalco, donde a través de innumerables datos curiosos se conoce una gran viriedad de insectos, como mantis religiosas, tarántulas e insectos hoja; así como serpientes y algunos peces de los ríos de Malinalco.
Uno de los restaurantes más famoso de Malinalco es Los Placeres. Es recomendable pedir un chile ancho bañado con salsa de frijol y, después, una de las especialidades de la casa: el medallón de filete relleno de queso roquefort en salsa de vino tinto.
Imperdible:
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Visitar el Museo Luis Mario Schneider.
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Probar la trucha, y las especialidades gastronómicas tanto Los Placeres como Quinta Cielo.
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Dar una vuelta por el mercado y abastecerse de la producción local.
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Subir temprano a la zona arqueológica, sintiendo la naturaleza en cada escalón.
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Observar con calma las pinturas del claustro bajo del ex convento, gozando su relevancia cultural y artística.
Cómo Llegar:
Desde la Ciudad de México tomar la autopistaMéxico-Toluca, desviarse en La Marquesa hacia Tianguistenco y más adelante hacia Tenango. Pasando este pueblo dar vuelta a la izquierda rumbo a Joquicingo y seguir los señalamientos hasta Malinalco.
Festividades:
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Las fiestas de cada barrio son sumamente coloridas. Entre las más famosas está la que se dedica al Divino Salvador, el 6 de agosto.
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Las fiestas y procesiones de Semana Santa.
Información Turística:
Dirección de Turismo Municipal.
Casa de Cultura Malinalxóchitl, Avenida Hidalgo esquina Aldama, Jardín Principal.
Teléfono: (714) 147 0111, ext. 111.