Los saltillenses se jactan de que el cabrito al pastor es originario de esta región, pese a lo que digan los regiomontanos. Este platillo consiste en la cría de la cabra que aún se encuentra en lactancia, aproximadamente 40 días, antes de comer pasto. El secreto está en saber cocinarlo lentamente de uno y otro lado frente a las brazas de carbón de mezquite y en cada lugar le darán su toque con el sazonado previo de la carne.
El asado es el platillo más típico del noreste de México, especialmente deCoahuila, donde se sirve en las fiestas religiosas o celebraciones familiares. Se prepara a base de carne de puerco cortada en cubos muy pequeños y sazonada con salsa de chile guajillo, las recetas varían y en cada localidad se le agregan especias y toques distintivos. Cuando este platillo se sirve durante una fiesta religiosa es conocido como “la reliquia” y debe ir acompañado de siete sopas secas, que pueden ser fideo, codito, munición, almeja o arroz. La máxima expresión de esta comida se lleva a cabo en Parras durante la Fiesta de la Virgen de San Juan, cuando día a día es ofrecido a los asistentes que acuden a las diferentes casas donde serecibe la venerada imagen a lo largo de dos meses.
Es pan de pulque es un clásico en el sureste de Coahuila, una pieza más de la herencia tlaxcalteca en esta región. En invierno la producción es el doble, pues con el frío se antoja acompañarlo con café o chocolate de barra.
En Arteaga además de dulces y licores también hornean empanadas de trigo y elaboran quesos frescos de gran calidad. Lo mismo con los lácteos y el aguamiel.
Parras también es conocida por su tradición vitivinícola con la bodega comercial más antigua de América, Casa Madero, ya que es un referente nacional e internacional para hablar sobre vinos de linaje. Bodegas del Perote y El Vesubio son otros dos clásicos de los vinos jóvenes y generosos.
Para cortes y cabritos al pastor Torreón es el mejor. Sus restaurantes ofrecen tanta calidad que son propicios para cerrar negocios alrededor de sus mesas.
Los dulces de leche con nuez se elaboran en Viesca, con un sabor distintivo. Donde no tienen referente es en unos panes de harina integral hechos en horno de leña, que después se dejan reposar unos días antes de ser bañados en un almíbar rojo. Como el pan es poroso resulta absorbente y eso lo bautiza como “mamón”.
En Matamoros además de pan integral y ranchero, se deben probar las gorditas de cocedor en los puestos rodantes del centro. Se elaboran de maíz molido y están rellenas de varios guisos, su consistencia es parecida a la de un tamal frito pero con estilo norteño. Las “greñudas”, dulces de coco bañados con leche quemada y endulzada, por su forma enmarañada es que tienen ese nombre.
Se debe pasar un fin de semana con las familias sabinenses para probar sus discadas, el nombre se debe a los discos de arado desgastados en los que se asa la receta. Lo glorioso está en los ingredientes: carne de puerco y res, salchicha, tocino, chorizo, cebolla y pimiento. Se sazona con sal, pimienta y el componente secreto: para algunos son cominos y hierbas de olores; para otros, un chorrito de cerveza obscura. Se acompañan con las tortillas de harina de la región y una salsa molcajeteada picosa.
Ignacio, Nacho, Anaya se llamaba el mesero del Club Victoria de Piedras Negras que, en 1943, debió atender a Mamie Sinan, quien venía acompañada de esposas de militares estadounidenses que luchaban en la Segunda Guerra Mundial. No estaba el cocinero y Nacho improvisó: frió tortillas de maíz en triángulos, las horneó con queso amarillo wisconsin y las adornó con rodajas de chile serrano. La señora Sinan preguntó cómo se llamaba la botana, Nacho no supo responder y ella fue la que bautizó con el nombre del mesero. Piedras Negras es la Cuna del Nacho, y celebra en la segunda semana de octubre el Festival del Nacho que combina todas las posibilidades del platillo: con frijoles, guacamole, arrachera, camarones y hasta de dulces recubiertos de chocolate.