La Cancha del Juego de Pelota de Xcaret es la única construida al estilo antiguo después de la Conquista.
Es una copia fiel de la cancha construida en Copán, Honduras. Se edificó con piedras talladas a mano.
Las gradas se encuentran decoradas con 52 calaveras, que en la cosmogonía mesoamericana simbolizan el paso del tiempo. El número de representaciones habla de la duración del ciclo prehispánico.
La cancha tiene taludes de 21 grados de inclinación. Los de Chichén Itzá, por ejemplo, son de 90 grados.
Se dice que durante la conquista se prohibió el juego de pelota, aunque las personas seguían practicándolo clandestinamente sobre suelo plano.
Te sorprenderá saber que de Sinaloa provienen los jugadores de pelota que participan en Xcaret, donde se presentan dos estilos de juego diferentes: el llamado ulama de cadera, con una pelota de 5 kilogramos de peso y 30 centímetros de diámetro, que sólo se golpea con la cadera, y el juego de pelota encendida, de tradición purépecha.
Para éste último se utiliza una pelota de madera porosa que antiguamente se encendía con aceite de pino y se golpeaba con bastones.