Según la tradición, al llegar los españoles a las inmediaciones del Cerro de la Bufa, en 1546, se encontraron con un grupo de nativos preparados para rechazar a los invasores.
El combate empezaba cuando una virgen apareció y lanzó tierra a los ojos de los indios, cegándolos y persuadiéndolos para dejarse someter y aceptar la religión que les llevaban.
De esta forma la conquista de Zacatecas fue pacífica gracias al patrocinio de la virgen, quien desde entonces es la protectora de los zacatecanos.
Del origen de la imagen que se encuentra en el Santuario del Cerro de la Bufa se cuentan varias historias, la primera dice que Diego de Ibarra, uno de los fundadores de Zacatecas, la traía en su ejpercito, la segunda cuenta que fue un regalo enviado por el Rey Felipe II, y la tercera dice que fue el obispo de Guadalajara quien la regaló en 1586.
La celebración en honor de la virgen comienza el 3 de septiembre y su principal jornada es el 15 de septiembre. A lo largo de estos días los diferentes gremios de Zacatecas arriban al santuario para hacer sus ofrendas.
En el día principal el templo se ve rebasado por la gran cantidad de fieles, por lo que la misa se lleva a cabo en el atrio, el cual hace las veces de capilla abierta en estas fechas.