El templo que cobija a la Virgen de la Candelaria es el primero en construirse en este bello Pueblo Mágico: Sombrerete.
La imagen fue donada por Juan de Tolsa, fundador del pueblo. Esto sucedió en 1556 y desde entonces la devoción a la Virgen de la Candelaria ha sido motivo de procesiones y danzas cada 2 de febrero.
La celebración comienza con las mañanitas y a lo largo del día, las danzas de pluma, de indios y matachines unen sus pasos para honrarla. A esta adoración se unen carros alegóricos y la música de banda.
En medio de este ambiente festivo, tienen lugar corridas de toros, callejoneadas y juegos pirotécnicos cuando las estrellas han salido.