Él General Felipe Ángeles, fue uno de los militares más inteligentes, cultos y brillantes de la Revolución.
Nacido en Zacualtipán, Hidalgo, y a los 14 años entró al Colegio Militar.
Fue sin duda un Oficial sobresaliente, y fue enviado a los Estados Unidos y Francia a hacer estudios adicionales de artillería y a realizar diversas comisiones para el ejército mexicano.
Francisco I. Madero lo nombró director del Colegio Militar.
Durante la Decena Trágica, en febrero de 1913, fue uno de los pocos jefes del ejército federal que se mantuvo fiel al presidente Francisco I. Madero.
En 1914 peleó junto a los villistas, pero tras las derrotas en las batallas del Bajío, Felipe Ángeles se exilió en Estados Unidos.
Después de tres años regresó a México en un intento por impulsar un nuevo movimiento rebelde en contra de Venustiano Carranza, pero fue aprehendido y fusilado en Chihuahua en el año de 1919.
En la batalla de Zacatecas quedó demostrado su talento como estratega con su exitoso plan.
En sus memorias, el sindicalista José G. Escobedo contó que al día siguiente de la toma de la ciudad por los revolucionarios, caminó por la ciudad y apuntó: “visitamos después las obras de defensa levantadas en las montañas y las encontramos destrozadas por el fuego certero de las baterías del general Ángeles. Ni un solo desperfecto causó en la ciudad el artillero hidalguense”.