El antiguo nombre de Xcaret era Polé, la palabra Xcaret como tal no es maya ni castellana, el prefijo X es maya y quiere decir “pequña”, mientras que caret es una deformación del vocablo “caleta”.
El sitio estuvo habitado desde los inicios de nuestra era y así se mantuvo hasta después de la llegada de los españoles.
Los vestigios arqueológicos que encontramos en Xcaret datan de finales del periodo Clásico y de todo el Posclásico. Este antiguo puerto tuvo su apogeo durante los años 1200 al 1550, por lo que fue contemporáneo de sitios como Tulum, El Rey y otros de menor tamaño que rodean Playa del Carmen.
Los conquistadores hispanos que se establecieron en la zona destruyeron varias de sus estructuras y con las mismas piedras erigieron una capilla católica.
Los antiguos mayas de la zona enterraban a sus muertos en los atrios o debajo de sus propias casas, cuando se trataba de gente común, a veces, los lanzaban a los cenotes. Para los muertos de alto rango construían basamentos o bóvedas.
En la zona arqueológica podrás ver varias plataformas de piedra que servían como cimientos de las casas, las cuales estaban hechas de materiales perecederos como la palma, para evitar el calor.
Cabe resaltar que en Xcaret los arqueólogos hallaron esqueletos de personas que fueron enterradas según la costumbre prehispánica y otras a la manera cristiana.
Para los mayas la muerte era la continuación de la vida, por lo que en las tumbas prehispánicas encontramos piezas de jade, platos de cerámica y vasijas en las que se depositaba comida para el difunto. El campesino sería campesino también en la otra vida, y lo mismo sucedería con el gobernante.
Se sabe que en la zona vivían personajes importantes, pues se han encontrado esqueletos con deformación craneana y con limamiento de dientes, prácticas que eran símbolo de belleza y de rango.
Una sección de la zona arqueológica en Xcaret constituía un centro ceremonial. Ahí encontramos los llamados templos miniatura, cuya arquitectura es característica de esta zona oriental de la península.
Estos templos se construían sobre una plataforma de piedra pegada con mortero. Después de la piedra, los mayas cubrían sus estructuras con estuco y las decoraban con resinas de colores. Los techos estaban soportados con vigas de madera, aunque las maderas de la zona no son muy útiles para la construcción, por su naturaleza porosa y húmeda.
En los pequeños edificios se localizaron ofrendas integradas por piezas de jade y de obsidiana, fragmentos de conchas de mar y otros elementos orgánicos con que se adornaban las tumbas, como plumas de aves, flores y comida.
En el templo más alto de Xcaret hubo alguna vez estructuras de estuco en forma de guacamayas, pero se sabe que a finales del siglo antepasado el lugar fue saqueado.
El Caracol es una estructura muy distinta de las demás, ya que vista desde el cielo presenta una forma espiral. Podemos pensar que el edificio estaba dedicado al dios del viento o que era un tributo a los elementos del mar, pues los mayas de la zona se especializaron en la navegación, la pesca y el comercio.
El lugar era un importante punto de comercio marítimo con Belice, Guatemala y el resto del litoral hasta Honduras. También se hacían intercambios por tierra firme con otros sitios. En Xcaret se han encontrado objetos como el jade, que proviene de la zona montañosa de Guatemala, y la obsidiana, oriunda de las zonas volcánicas del centro de México.
Xcaret también sirvió como un sitio de parada rumbo al santuario de la diosa Ixchel en Cozumel. Antes de salir de la zona arqueológica, rumbo a la caleta principal de Xcaret, podrás ver los restos de una muralla, ésta tuvo casi 2 metros de altura y daba hacia el mar, a diferencia de la de Tulum, que miraba tierra adentro.
En las primeras exploraciones arqueológicas se pensó que la función del baluarte era proteger a la ciudad de los ataques por mar. Esa explicación se ha ido descartando porque las rocas de la costa impiden desembarcar en la zona.
Se cree que la muralla servía para proteger el centro ceremonial de las inundaciones, los huracanes, las lluvias y otros fenómenos climáticos.